Juntos, trabajaremos para devolverle a tu piel su salud y belleza natural.
Muchas de las patologías cutáneas más comunes requieren un enfoque quirúrgico, que abarca desde la extirpación de lesiones benignas hasta el tratamiento de lesiones malignas o secuelas de condiciones previas. Aunque la idea de una intervención quirúrgica puede resultar intimidante, mi sólida formación y especial interés en cirugía dermatológica me permiten abordar cada caso con precisión y seguridad, asegurando resultados de alta calidad tanto en el aspecto estético como en el funcional.
Las lesiones cutáneas benignas, como lunares, quistes, verrugas o lipomas, pueden causar molestias significativas. La extirpación quirúrgica mediante técnicas mínimamente invasivas permite eliminarlas de forma definitiva, logrando una cicatriz mínima y una recuperación rápida, lo cual es fundamental para asegurar la satisfacción del paciente.
La cirugía de cáncer de piel es un procedimiento crucial para extirpar tumores malignos, y su principal objetivo es eliminar completamente el tumor, reducir el riesgo de recaídas y preservar el máximo de tejido sano. Realizamos un diagnóstico cuidadoso y aplicamos técnicas quirúrgicas avanzadas para obtener los mejores resultados tanto en curación como en apariencia estética.
La lobuloplastia o cirugía de lóbulos rasgados es un procedimiento diseñado para reparar lóbulos de las orejas dañados o desgarrados debido al uso prolongado de pendientes pesados o accidentes. Mediante una técnica sencilla y ambulatoria, logramos restaurar la forma natural del lóbulo, permitiendo incluso el uso de pendientes posterior a la intervención.
Si tienes orificios de piercing que ya no deseas o que se han agrandado con el tiempo, se pueden cerrar quirúrgicamente. Este procedimiento ambulatorio es rápido y prácticamente indoloro, dejando una cicatriz mínima y permitiendo que el área vuelva a su apariencia original.
No, la extirpación quirúrgica de lesiones cutáneas se realiza bajo anestesia local, lo que significa que no sentirás dolor durante el procedimiento. Después de la cirugía, es posible que experimentes una leve molestia, pero generalmente se controla bien sin medicación o con analgésicos leves.
La recuperación varía según el tamaño y la ubicación del cáncer extirpado, pero en general, los pacientes pueden volver a sus actividades normales en pocos días. La cirugía siempre se acompaña de instrucciones detalladas sobre el cuidado de la herida y citas de seguimiento para asegurar la correcta evolución.
La cirugía de reparación de lóbulos rasgados suele sanar en aproximadamente 4 a 6 semanas. Durante este tiempo, deberás cuidar la zona para evitar infecciones. Una vez que el lóbulo ha sanado completamente, es posible volver a perforarlo si así lo deseas.
Para cuidar de tu piel, es importante recibir la atención de un especialista. En nuestra clínica dermatológica, ofrecemos consultas personalizadas con la Dra. Inés Escandell, quien evaluará tu caso y te recomendará los tratamientos más adecuados.
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