Juntos, trabajaremos para devolverle a tu piel su salud y belleza natural.
La dermatología estética se centra en lograr una piel saludable y equilibrada, mediante tratamientos que no solo previenen enfermedades cutáneas, sino que también mejoran la calidad de vida del paciente. Con frecuencia, estos tratamientos abordan las secuelas de diversas patologías o, simplemente, optimizan la función de la piel y las estructuras subyacentes para restaurar su belleza original. Para ello, el dermatólogo es el especialista mejor capacitado, con un conocimiento profundo de la piel y de los tratamientos más efectivos para preservar su salud y apariencia.
Las lesiones elevadas de la piel, como nevus (lunares), verrugas, fibromas o queratosis seborreicas, pueden tratarse de forma sencilla y rápida mediante láser ablativo. Este procedimiento deja una pequeña costra temporal, que al cicatrizar resulta en una marca imperceptible, siendo así una opción ideal para áreas visibles, como el rostro.
Sin embargo, es fundamental contar con un diagnóstico preciso antes de proceder a la eliminación de cualquier lesión cutánea, una labor para la que solo los dermatólogos están capacitados. Aunque el láser es altamente efectivo para eliminar lesiones benignas, no debe emplearse en lesiones malignas, lo que hace aún más esencial la evaluación dermatológica adecuada.
La presencia de cicatrices es común y puede originarse por patologías frecuentes, como el acné, así como por cirugías o traumatismos. Estas cicatrices suelen tener un impacto considerable en la calidad de vida de los pacientes; además de su repercusión estética, pueden causar síntomas como picor o dolor, especialmente en el caso de las cicatrices queloideas.
Para el tratamiento de cualquier cicatriz, en particular las ubicadas en el rostro y aquellas derivadas del acné, la opción más efectiva es una combinación de tratamientos que incluyan el uso de dispositivos láser y otras tecnologías, aplicados de forma planificada y secuencial, para lograr un resultado óptimo.
Para el tratamiento de las cicatrices contamos con distintos abordajes:
Esto es especialmente útil en las cicatrices hipertróficas o queloideas
Este tipo de láser permite generar un daño controlado en la cicatriz que va a estimular la síntesis de nuevo colágeno permitiendo la remodelación de la cicatriz existente. Es especialmente útil en cicatrices de acné y en cicatrices post quirúrgicas.
Este dispositivo nos ayudará a reducir la presencia de telangiectasias (pequeños vasos sanguíneos) y la rojez de las cicatrices, haciéndolas menos visibles.
Con esta tecnología podemos estimular el colágeno de la parte más profunda de la piel para remodelar las cicatrices existentes sin dejar marcas visibles, de forma que el paciente se puede reincorporar inmediatamente a sus actividades. Está especialmente indicado en el manejo de las cicatrices de acné.
El fotoenvejecimiento es el culpable de la aparición de distintos signos como son las manchas, un tono irregular o la presencia de arrugas y laxitud. Muchos de los tratamientos que empleo a diario en mi consulta van encaminados a reducir los signos del fotoenvejecimiento y a mejorar la calidad de la piel
Para ello, cuento con distintas herramientas:
El uso de estos fármacos en el abordaje de ciertos músculos faciales nos puede permitr reducir su apariencia o su función.
Es especialmente útil en los siguientes casos:
Las arrugas de expresión, como las del tercio superior (frente, glabela, patas de gallo…) son arrugas dinámicas que aparecen por el proceso de contracción de los músculos y son completamente normales, sin embargo, con el paso del tiempo estas arrugas aparecen en reposo y en ciertos casos su reducción puede mejorar la función de ciertas estructuras y devolver el equilibrio a la musculatura facial, devolviendo también un mejor aspecto. Estas líneas se pueden tratar de forma muy eficaz con el uso de miomoduladores
El bruxismo no solo afecta la salud dental, sino que también puede provocar dolores de cabeza y tensión facial. Con el uso de miomoduladores en la región del músculo masetero se consigue una reducción de los síntomas de forma rápida y de varios meses de duración
El objetivo de estos tratamientos inyectables es reposicionar estructuras que han ido modificándose con el paso de los años y de esta forma suavizar ciertas líneas de expresión que no son abordables con miomoduladores, como la región de los surcos nasogenianos o el área perioral. Estos tratamientos se realizan con inyectables de ácido hialurónico, una molécula endógena en nuestro cuerpo, o con inductores de colágeno, y permiten corregir las modificaciones que se han producido a nivel facial y prevenir el deterioro de estas con el tiempo.
Las arrugas de expresión, como las del entrecejo o la frente, pueden ser tratadas eficazmente con toxina botulínica (botox). Este tratamiento relaja los músculos faciales, suavizando las líneas y previniendo la formación de nuevas arrugas.
El bruxismo, o apretamiento involuntario de la mandíbula, no solo afecta la salud dental, sino que también puede provocar dolores de cabeza y tensión facial. Con la aplicación de toxina botulínica en los músculos maseteros, podemos reducir esta actividad y relajar la mandíbula, mejorando tanto la estética facial como el bienestar del paciente.
Para devolver el volumen perdido y suavizar las líneas de expresión, utilizamos ácido hialurónico, un componente natural de la piel. Los rellenos con ácido hialurónico permiten restaurar la firmeza en áreas como los labios, las mejillas o el surco nasogeniano, logrando un aspecto rejuvenecido y natural.
Los peelings médicos son ideales para exfoliar la capa superficial de la piel, mejorando la textura, el tono y reduciendo manchas o cicatrices superficiales. Utilizamos ácidos como el glicólico, mandélico o salicílico, adaptados a las necesidades específicas de cada paciente.
Los resultados conseguidos con el ácido hialurónico duran aproximadamente 1 año, aunque la reabsorción de estos materiales es progresiva y no se produce en todas las áreas por igual. Por ello, las indicaciones sobre el mantenimiento de este tratamiento son fundamentales para prolongar los resultados en el tiempo.
La mayoría de los tratamientos con láser son bien tolerados y provocan solo una leve sensación de calor o picor. Para mayor comodidad, en muchos casos aplicamos una crema anestésica en la zona antes del procedimiento, minimizando cualquier molestia.
Los resultados de la radiofrecuencia con microagujas suelen comenzar a notarse aproximadamente entre 2 y 4 semanas después del tratamiento, ya que el proceso de cicatrización inicial y la estimulación de colágeno requieren tiempo para activarse.
El pico de eficacia, donde los resultados son más evidentes, generalmente ocurre alrededor de los 3 a 6 meses posteriores al tratamiento. Este periodo permite que el colágeno nuevo se forme y se reorganice, logrando una mayor firmeza, mejor textura y reducción de líneas y arrugas en la piel.
Para cuidar de tu piel, es importante recibir la atención de un especialista. En nuestra clínica dermatológica, ofrecemos consultas personalizadas con la Dra. Inés Escandell, quien evaluará tu caso y te recomendará los tratamientos más adecuados.
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